03 febrero, 2010

guardo un
mapa del abismo tras
las puertas de
mi espalda, donde
el mundo cruje en sus
vértebras de bosques
calcinados, en su
caos
de raíces multiformes

guardo allí
un pasajero oscuro hecho
de mis restos carne
hueca, un
canto silenciado de delfín
seco como la
marca de la maldición

guardo
un último suspiro,
al fin, entre los dedos,
el espacio de una
última palabra gritada
a puñetazos
por cada letra de tu nombre

y ser después
mi voz no más
eternamente

01 febrero, 2010

sombra blanca que has ido

amueblando mi cuarto

invadiendo los trajes, cada

cuadro y cada letra de

cada línea de cada hoja

que escribo


te extraño en el

futuro, a ti que

nunca te encontré y que

siempre

te he perdido


eres mi

sombra blanca

y espero ya tus pasos como

quien enfrenta la muerte

a solas, ahora que

cada mueble, cada

traje, cada cuadro y

cada letra de cada línea de cada hoja

que escribo

me tornan en cristal aguardando

quebrarte

en mí

27 enero, 2010

recuerdo 1

el ultimo dia
de verano
salimos corriendo por la carretera
persiguiendo el sol

la vida y la muerte
como pasión
y certeza
labio a labio
nos perseguían por el
acantilado donde las
gaviotas brillan
tan cercanas

y te cogí la mano y
te dije: salta,
se lo está tragando el mar

y ahi fuimos los
dos, de cabeza a la
laguna más grande que
hay en la ciudad, vestidos de
agosto interminable, con las
manos llenas de
furia y las venas rubias
de ron añejo

y la ultima estrella apareció
desnudando tu
mudez, tras el sol de
otro verano
más

15 enero, 2010

Si no escribo es porque no me queda nada que decir. Y aquello que digo no es algo que quieras saber.

Siempre nos quedará el sur, o el mediterráneo,

supongo.

Estoy harto del norte,

del invierno en el norte

y de la lluvia.

Cualquier día de estos me marcho de nuevo,
con lo puesto, sin avisar.

Y que le den a todo por el culo.

03 enero, 2010

hay jazz escapándose por
la ventana de
una habitación iluminada de
rojo tenue, y
un avión plateado llega
planeando raso la
ría y removiendo las
sombras de los barqueros y
sus finitos amantes, y
llamas y dices que
vienes, que si
me apetece una
peli de detectives y
una pizza, y yo te digo
que me apetece
lo que tu quieras, sirena
y te ríes
tan femeninamente que se
iluminan todos los
teléfonos móviles de la ciudad

y quedamos, y mientras
ordeno la casa para que
no me tomes por un mal vicio, la noche
llega cantando
chet baker
en mi ordenador

you
make my
love so
young, so
truth