16 diciembre, 2009

a vosotros


y nos quedamos para siempre
infinitos de desarraigo,
latiendo las venas al
desnudo sobre el
frío hueso de la nieve

y lo perdimos
todo, y fuimos
demasiada luz en un
amanecer de invierno
temprano, demasiada
distancia en el viaje con
tan poco tiempo

no habrá agosto después
de desahuciar nuestras
ventanas, los pajaros irán
a dónde poder sobrevivir

a las agujas salvajes de los recuerdos

a las imágenes robadas de lo
que no se debe
contar

mientras anhelamos regresar,
huecos de insomnio como
telas clavadas contra
el viento, en
alguna habitación vacía
donde nadie nos espera

No hay comentarios:

Publicar un comentario