Sido desnudado en
sólo círculos, son
pocas
ya
las máscaras que
quedan,
que aún pesan
largas
como barbas de
mentira contratiempo.
Corriendo a
miedo
contra
miedo,
más liviano
a cada paso,
más abierto,
hacia el centro del
jardín desconocido
en algún lugar de la
planicie
derruida y vasta.
Ni tan viejo, ni
tan sabio, ni
tan lleno,
y más desnudo
a cada paso,
más ligero.
29 septiembre, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario