Hay que saltar
al mismo tiempo,
o no podremos regresar ninguno.
Una vuelta
entera
descrita
perfecta en los planos
vacíos de nuestro futuro, delineando
discontinuas interestatales hasta la
cumbre de cualquier instante.
Directos, como
fénix suicidas,
al corazón del sol.
19 octubre, 2009
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