30 octubre, 2009

yo también añoro el paraíso

yo también
cuando duermo aparezco
en sus riveras anchas,
en su olor a siemprepino,
en sus veranos sin fin

se nos negó el
jardín, por eso nos llevamos algunas
de las flores que hablaban la
lengua de los niños, y ante el altar
sólo a ellas les rezamos
los misterios


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